Pese
a las carencias y los limitados apoyos, produce el 40% de nuestros alimentos.
2
jun 2015.- Varias organizaciones de la sociedad civil han lanzado una campaña
nacional a favor de la agricultura a pequeña escala, por jugar un papel central
en la generación de alimentos frescos, saludables y variados, por ser una pieza
clave de la economía a nivel local, regional y nacional, y porque su actividad
conserva el medio ambiente en México.
Encabezan
esta iniciativa las organizaciones Fundar, El Poder del Consumidor, ANEC (Asociación
Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo), Ashoka,
Subsidios al Campo y la Fundación Semillas de Vida. Con el título “Valor al campesino. Vida,
nutrición y salud para México”, proponen que las políticas públicas fortalezcan
a este sector que hace literalmente milagros en propiedades no mayores a 5
hectáreas.
Los
datos que sustentan su demanda son contundentes y nos conciernen a todos los
mexicanos:
• A pesar de sus condiciones precarias
y la falta de apoyos productivos, la pequeña agricultura genera 40% de la
producción agropecuaria nacional. Eso indica que, con un fomento adecuado, su
potencial de crecimiento productivo es enorme.
• Este tipo de agricultura genera
estabilidad económica local pues a nivel nacional da empleo al 60% de los
campesinos; además, es importante abastecedora de la agroindustria. Esto lo
hace ocupando sólo el 17% de la superficie laborable de nuestro país y
principalmente en condiciones de temporal.
• La pequeña producción mantiene vivo
el legado campesino que, desde hace más de diez mil años, inició en esta zona
geográfica el cultivo de maíz, calabaza, frijol, chile, jitomate, aguacate,
vainilla, papaya, guayaba y otros alimentos que en conjunto representan el 16%
de las especies que hoy consume la humanidad. Es decir, uno de cada siete
alimentos tuvo su origen en esta región.
• Entre 1940 y 1980, la agricultura en
pequeña y mediana escala llegó a generar excedentes para la exportación. Con
apoyo público, la economía rural tuvo un crecimiento anual de 6%.
• La pequeña agricultura genera tal
diversidad de alimentos frescos que resulta indispensable para fomentar dietas
variadas que contribuyan a enfrentar la desnutrición, el sobrepeso, la diabetes
y el mayor problema de salud pública en México: la obesidad.
Esta
producción agrícola es la base del reconocimiento a la cocina tradicional
mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Fue reconocida
por la UNESCO en 2010 por ser “un modelo cultural completo que comprende
actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos,
técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios
ancestrales. Esto ha llegado a ser posible gracias a la participación de la
colectividad en toda la cadena alimentaria tradicional: desde la siembra y
recogida de las cosechas hasta la preparación culinaria y degustación de los
manjares”.
Los
datos anteriores demuestran que la pequeña agricultura es indispensable para
garantizar el abasto de alimentos diversos, frescos y saludables; además de ser
una pieza clave para mejorar la economía de México.
No
obstante, la agricultura campesina ha sido relegada en las décadas recientes,
principalmente a partir de 1982, con lo cual se disparó la pobreza y la
migración, y creció nuestra dependencia de alimentos importados.
En
circunstancias cada vez más difíciles, la pequeña agricultura ha resistido, a
pesar de que se le creó una imagen injusta que la señala como “expresión del
pasado”, “ancla para el desarrollo” o “expresión de pobreza”; “improductiva e
ineficiente”, que “depreda los recursos naturales”, porque “usa procedimientos
ineficientes”, y por eso “genera productos de baja calidad”.
La
realidad es muy distinta, señalan las organizaciones civiles que impulsan la
campaña “Valor al campesino. Vida, nutrición y salud para México”. Por ello,
hacen un llamado para apoyar y fomentar el potencial productivo de la pequeña agricultura,
para lo cual consideran indispensable mantener la propiedad social de la tierra
y el agua.
Y
advierten: mejorar sus condiciones productivas redundará en beneficios para
toda la sociedad. Por nuestro bien, apoyemos a la pequeña agricultura.
[
Gerardo Moncada ]
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