Que en dos días 151 mil
personas expresen una misma inquietud por los problemas nacionales, no es
usual. Menos aún que esa preocupación gire en torno a una periodista y que se manifieste
en la firma de una petición dirigida al dueño de MVS Radio para que resuelva sus
diferencias con Carmen Aristegui y reinstale a su equipo de trabajo en el
noticiario matutino, en el que han laborado desde 2009.
La audiencia de su noticiero
considera que el diferendo no es más que un intento de amordazar la libertad de
expresión, tras los grandes escándalos revelados por la periodista.
La influyente politóloga Denise Dresser señaló la necesidad de “defender
y pelear por el archipiélago de libertad que construyó Aristegui, que es
también nuestro”.
En un artículo publicado en el diario Reforma, trazó en un párrafo el
tema de fondo: “Todos los días
Carmen Aristegui se sentaba frente al micrófono y hacía la tarea que le tocaba.
La encomienda del periodista tan bien descrita por George Orwell: "Decirle
a los demás lo que preferirían no oír". Que el padre Maciel era un
pederasta. Que Emilio Gamboa negociaba legislación en el Senado con un
protector de pederastas. Que Mario Marín celebró con botellas de cognac haberle
dado un "coscorrón" a Lydia Cacho. Que Cuauhtémoc Gutiérrez de la
Torre operaba una red de prostitución financiada por el erario…”
…Y la Casa Blanca presidencial, y las demás casas de Grupo Higa, y los
negocios del tren México-Querétaro, y los del Acueducto VI a Monterrey…
Al anunciar el despido de Carmen Aristegui, MVS aduce “abuso de
confianza”. La audiencia grita: “Censura”.
Twitter vive el tsunami con el hashtag #EndefensadeAristegui2: el lunes 16 de marzo a las 10:40 horas reportaba 21 mil menciones en la última
hora y 185 mil en las últimas 24 horas. Hacia las 18:00 horas, cuando una
multitud se reunía en la emisora para entregar las firmas antes referidas, la
herramienta Topsy reportaba que ya eran 281 mil menciones en las últimas 24
horas y que seguían a un ritmo de 2.7 por segundo.
Una
larga batalla
Carmen Aristegui nació en
1964, en la Ciudad de México. La huella que dejó en su familia paterna la
Guerra Civil española y el exilio le encaminó hacia temas políticos y sociales.
Cursó la carrera de Comunicación en la UNAM.
En los medios, empezó con
tareas de apoyo en Imevisión (cuando TV Azteca era estatal) y pronto, bajo la
tutela de Javier Solórzano, comenzó a ser parte de los conductores. Con él hizo
mancuerna en otros espacios, como el programa Blanco y Negro (MVS), El
círculo rojo (Televisa), Noticias
Canal 52: Aristegui-Solórzano.
Pero fue de solista como su
carrera despegó, y en la radio alcanzó un altísimo impacto. Los programas Para empezar (MVS Radio) e Imagen Informativa (Grupo Imagen) la
posicionaron como un referente informativo. De grupo Imagen salió por
conflictos con Pedro Ferriz, responsable de los noticieros, por no aceptar los “límites”
que la empresa intentaba imponer al ejercicio periodístico y a la información
difundida.
Aunque este conflicto
volvería a presentarse en su vida profesional, no ha llegado el momento en que
ceda a la presión con tal de conservar un espacio. Ha decidido nadar a
contracorriente y no se doblega.
Hoy
por hoy, en W Radio, la encumbró. Su determinación por abordar
temas incómodos y explosivos para la clase política y empresarial, por darles
seguimiento y profundidad, fue algo que la audiencia agradeció de manera inversamente
proporcional al malestar causado en las esferas de poder. Esto incluyó a
Televisa, propietaria de la W. La discusión amplia y crítica de una propuesta
de ley, bautizada como “Ley Televisa” por favorecer claramente a esta empresa,
fue una factura que el corporativo a fin de cuentas le cobraría.
A principios de 2008, la
empresa intentó imponer controles al contenido editorial del noticiero. Se pidieron
reuniones para discutir el tema, eso fue suficiente para que la estación decidiera
dar por concluido el informativo. Para entonces, amplios sectores de la
población ya seguían a Aristegui (recordemos el mitin de solidaridad al pie de
la estatua de José Martí, a un costado de la Alameda Central).
Al iniciar 2009, Aristegui
regresó al aire con la emisión matutina de Noticias
MVS. Dos años después, tuvo una
fuerte diferencia con la empresa por difundir señalamientos públicos efectuados
en el Congreso que advertían problemas de alcoholismo del presidente Felipe
Calderón. Aristegui pidió que la oficina de la Presidencia aclarara esa
información. No hubo pronunciamiento oficial al respecto, pero MVS intentó
rescindir el contrato de Aristegui acusándola de violar el código de ética, cuando
la periodista se negó a leer como suya una disculpa redactada por Presidencia. [http://www.cnnexpansion.com/negocios/2012/08/22/los-17-dias-que-condenaron-a-mvs]
Una oleada de solidaridad
que trascendió la geografía mexicana contribuyó a restituirla en su puesto, dos
semanas después. (Con el tiempo se conocerían mensajes enviados al dueño de MVS
en los que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes condicionaba
la concesión de banda ancha al despido definitivo de la conductora: “Si re-contratas
a Aristegui, a tu proyecto se lo lleva la chin…”, escribió Javier Lozano.)
[http://www.sinembargo.mx/15-08-2012/334390]
Ha recibido cuatro veces el
Premio Nacional de Periodismo, así como diversos reconocimientos
internacionales.
Silencian
una voz, perdemos todos
Hoy, ante el cese de
Aristegui en MVS Radio, las voces de solidaridad se multiplican al tiempo que
perciben una situación ominosa para el periodismo independiente y crítico.
“Carmen Aristegui y su equipo han
logrado destacar por su periodismo independiente, investigación de fondo,
análisis crítico, veracidad, ética profesional y un compromiso permanente con
los derechos humanos, en una sociedad que está ávida de información como la que
ha entregado su noticiario cada mañana… Como consumidores del noticiario de
Carmen Aristegui, quien ha destapado diversos y muy graves actos de corrupción,
consideramos que su labor periodística resulta de particular relevancia en el
actual momento histórico de México”: Elena
Poniatowska, Marta Lamas, Denisse Dresser, Sara Sefchovich y organizaciones
sociales.
El periodista Jorge Ramos,
presentador de la cadena Univisión de Estados Unidos escribió en Twitter:
‘Lógica mexicana: Descubren conflicto de EPN, su esposa y Videgaray en compra
de casas. ¿A quién despiden? A los periodistas que lo descubren’.
Gabriel Sosa Platas, ombudsman de MVS Radio y uno de los
mayores expertos en medios en México, dijo: “Con la salida de Carmen Aristegui y su equipo todos
perdemos: la audiencia, la libertad de expresión, el derecho a la información,
MVS y familia Vargas”… “Los
periodistas en México se encuentran en una vulnerabilidad enorme, al igual que
los derechos de las audiencias. Este caso es ejemplo”.
Alejandro Hope, uno
de los más calificados articulistas sobre drogas y delincuencia, planteó: “Véanlo así: ¿en qué medio serio del
mundo correrían a conductora estrella por crear una plataforma para proteger el
anonimato de las fuentes?” (aludiendo al surgimiento de MexicoLeaks, el pretexto para el cese)”.
Sergio Aguayo, analista político, escribió: “Lamentables los
modos de MVS. Más preocupantes sus motivos. Inevitable lanzar una hipótesis:
son Los Pinos”.
Carmen Aristegui ha
hecho mención reciente del ejemplo que le han dejado grandes periodistas, como
Julio Scherer. Habrá que recordar el golpe instrumentado contra este último desde
la Presidencia de Luis Echeverría (ampliamente documentado) para destituirlo de
Excélsior. Eso derivó en la creación
de la revista Proceso y en la
apertura de avenidas para el periodismo independiente.
Es un sendero
difícil, pero somos cientos de miles de cuidadanos los que deseamos seguir
escuchando las investigaciones especiales y el análisis crítico de la realidad
nacional que realiza día a día Carmen Aristegui. Somos cientos de miles los que
objetaremos cualquier intento de censura.
[Gerardo Moncada]
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